martes, 21 de abril de 2015

Yo he visto a Pajarito



He visto a Pajarito Zaguri (Alberto Ramón García)

Fueron un puñado de intensas e increíbles tardes y noches  con el "Mago de los vagos", me tocó también  naufragar con el  mítico integrante de Los Beatniks.
Bien entrada la década de los noventa nos juntábamos a tocar en Los Hornillos un grupo de amigos entre los que había un par de grandes músicos : Adrian Piemonte (Pucho), Gastón Fernandez (Gas) Mariano Osses (Billy) .  En aquel momento  me había comprado una guitarra Squier Strato (Japan) y me fascinaba usar todo tipo de pedales. 
Como un vecino más del barrio un día apareció en casa Alejandro Sokol y a partir de ese momento  surgió una amistad cargada de  música.
Sokol, que estaba grabando “Amor Seco” junto a Las Pelotas,  vivía con Lila y sus tres hijos entre Las Calles y  Paso de Las Tropas , en una chacra donde también vivía Pajarito con su mujer Patricia.
Quiso el destino que la aventura  se consumara y de pronto la idea primitiva de una banda que se llamara ”Calamares en su tinta” había pasado al mundo de la materia.
Un día  en "la Yola "  nos encontramos con el Pájaro, venía de editar su  disco con forma de pizza  “En el 2000…también” producido por Alejandro Medina.
De repente estábamos tocando con él, tenía en ese momento una Squier Stratocaster blanca  en la que pelaba solos exquisitos. Era una estrella de rock.
Con Pajarito,  la banda sonaba como una extraña mixtura de tango, blues y rock  urbano extraviado en el paisaje rural de Paso de Las Tropas.
Pajarito era además  un comunicador , un laburante del espectáculo  underground. 
  De esa banda y de aquellas inolvidables zapadas quedaron algunas  actuaciones en un bar ubicado en ruta 14 frente a la  entrada a las Calles, en las que nos divertimos mucho, la guitarra y la voz de Pajarito sonaban prístinas, cargadas de potencia
Hoy del bar quedan sólo ruinas. Pasaron casi 20 años.
En el ocaso de aquella temporada veraniega surgió la posibilidad de hacer  un concierto en el Anfiteatro Municipal de Mina Clavero.
El recital finalmente  se llevó a cabo, la banda sonó muy bien, pero fue un naufragio, apenas una decena de espectadores habían concurrido al evento.
Más adelante se  abrió un local llamado "Gong",  a una cuadra del centro de Mina Clavero.
Era una  noche alucinante, tocamos el repertorio ante un público que llenó el local, en el concierto hacia algunas intervenciones  el  Mimo Julio Visconti creando figuras en el aire . De verdad la estábamos pasando bien: "Super Rockero","La Claridad", "Lulu (aguantame el amor)", "dime si hay sol", "dame tu mejor canción" y demás blues.
  Al terminar la primera parte de la actuación,  Pajarito comenzó a pasar el sombrero para  recoger el salario de la noche,  mientras nos aprestábamos a tomar unos tragos y a disfrutar del relax, todos contentos.
 Simultáneamente en la calle ocurriría algo que transformó la noche en un infierno:
Uno de los asistentes al espectáculo que salía medio tambaleante del bar dejó caer una botella de cerveza al piso al tiempo que un auto  policial  pasaba por el lugar. A los cinco minutos había decenas de policías y   patrulleros que  ingresaron al local gritando que “nadie se mueva”.
Se apagó todo, se terminó la música.
 A la presencia intimidante  de los hombres de azul se interpuso la voz desafiante  de Pajarito Zaguri rompiendo el silencio:  “Muchachos vayan a patrullar las calles,  les vamos a subir el sueldo”, “quien te crees que sos  para venir a interrumpir el espectáculo”, “ pórtense bien muchachos, para eso les pagamos el sueldo”… dueño de un  humor ácido e inteligente el rey del rocanrol se les reía en la cara . 
Entendí que Pajarito Zaguri era mucho más que el mito fundacional del rock en español, se trataba de un rebelde,  un activo defensor del territorio de la contracultura, claramente encarnaba una resistencia que excedía el plano  musical.
La discusión con los policías se prolongó en la esquina por más de 20 minutos hasta que el comisario que no tenía nada que  decir ni motivos que justificaran el  despliegue, decidió llevarlo detenido. 
Se apagó la banda. El encierro de Pajarito en el verano de 1996  se prolongó por  una semana, le fue aplicado el entonces flamante  Código de Faltas cordobés (el comisario es el Juez ) y la pasó muy mal.
Luego de estar preso en Mina Clavero Pajarito Zaguri regresó angustiado a Buenos Aires con la idea de olvidar, o no tocar más acá, no volver.  Fue un triste naufragio y el fin de Los Calamares.
Pero pasó el tiempo y el rey del rocanrol siguió rodando, tocando, siempre en la vanguardia, recorriendo las noches porteñas, haciendo su rock barrial y viniendo a Traslasierra a tocar con su  gran  amigo Ricardo Curtet. Fue asì hasta el final. 
 Quizá  la mejor manera de  definirlo sea como un gran artista de vanguardia, contemporáneo de los Beatles o los Stones, pero  acá, en Argentina.
Su arte  alcanzó una  calidad musical que lo pone entre los próceres elementales del rock vernáculo. 
Su vida fue una ráfaga que quemaba,  un fuego difícil de apagar. 

Se fue de este mundo a los 71 años el 22 de abril de 2013.

Tal vez no tuvo todo el reconocimiento que se merecía, pero eso a él poco le importaba.
“La fama es puro cuento”  solía decir el  viejo lobo suburbano, autentico  por sobre todas las cosas .
 Su enorme  generosidad nos dejó a todos los mejores recuerdos y un legado artístico extraordinario.

Yo he visto a Pajarito,  fue sin dudas el  rey criollo del rockandroll-

Clik aquí para ver la Película "El rey del Rocanrol"




1 comentario:

  1. he tenido el enorme placer de compartir estos inolvidables momentos
    quedaran en la memoria de los que estuvimos. Pucho

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