Tras un memorable febrero con mas de 250 milímetros de precipitaciones el Rio de San Pedro o de los Sauces revivió con mucha fuerza para demostrar su existencia, luego de un enero también memorable por las olas de calor que llevaron el termómetro a cerca de 50 grados en algunos puntos de los llanos de Villa Dolores y sin lluvias, la crecida de los arroyos de la cuenca pero en especial en el curso inferior , principalmente el Arroyo de Las Tapias, trajo el tan esperado alivio para una tierra arrasada.
De alguna manera el rio recupera lo que la sociedad le intenta arrancar y puede decirse que suena como un canto de esperanza.
Salvo algunas medidas tomadas por diferentes gobernantes de manera aislada, nunca el Estado Municipal o Provincial aplico una política de saneamiento, conservación, protección y preservación de la principal fuente de vida en una región muy vasta que en ciertas épocas del año clama al cielo por un poco de agua.
Mas de 11000 hectáreas bajo riego dependen del Rio de Los Sauces, muchos miles beben sus aguas y muchos otros tan solo buscan refrescarse.
Es urgente que ante la inminencia del calentamiento global toda la cuenca sea valorada como un tesoro y de esta manera protegida, si el ritmo de deterioro continua por la inacción del Estado será difícil pensar en que habrá un futuro.
