Sentado detrás de un escritorio en una casa de repuestos de
la apacible Villa Dolores, muchos hablan con él sobre cualquier tema,
desconociendo que están frente a uno de los mayores héroes de la guerra de Las Malvinas. El Comodoro Mariano Velasco, ya retirado, es uno de los pocos
sobrevivientes del glorioso grupo de caza 5. Con su avión A4B Skyhawk
protagonizó el hundimiento del buque tipo 42 Coventry de la
Real Armada Británica el 25 de mayo de 1982.
En aquellos días se libró la batalla aeronaval más importante
desde la segunda guerra mundial. La ferocidad de la Fuerza Aérea Argentina se ganó
la admiración global por la valentía y entrega de sus pilotos que concretaron
hazañas que no fueron igualadas hasta hoy.
Las peripecias de la guerra llevaron al límite a Velazco al ser derribado el 27 de mayo en “la galería de las bombas” cuando se
intentaba evitar el desembarco inglés en el Estrecho de San Carlos. Al cabo de
unos días, luego de eyectarse, fue rescatado por pastores kelpers que dieron aviso a las tropas
Argentinas sobre el paradero del capitán. Hoy el casco y el traje de piloto de Velazco se encuentran en el Museo Histórico Nacional.
Más allá de las consideraciones políticas sobre el absurdo
de la guerra, en este 2 de abril debemos recordar y reconocer el valor de
nuestros soldados que lucharon como leones por la causa y resaltar los innumerables
actos de heroísmo que dejó la gesta. Será la mejor manera de honrar la memoria de nuestros muertos.